Lo que antes era casi imposible, ahora se encuentra en todas las calles del centro de nuestra ciudad, y es que a cada paso uno se topa con el rótulo SE ARRIENDA, principalmente en las vías donde antes del inicio de la Emergencia Sanitaria era muy difícil encontrar locales de arriendo.
Con el semáforo amarillo, muchos comercios ya están atendiendo al público, otros permanecen cerrados y otros al parecer no pudieron llegar a un acuerdo entre arrendador y arrendatario y ahora ya están con el letrero de SE ARRIENDA.
Solo basta caminar por el casco comercial de Ambato, es decir por la Cevallos, Bolívar y 12 de Noviembre para divisar locales desocupados y con la oferta de arrendamiento.
Según el proyecto de Ley de Apoyo Humanitario, se señala que las personas no podrán ser desalojadas por no pagar arriendo durante el confinamiento establecido por el Gobierno para combatir la pandemia. Los inquilinos no podrán ser desalojados hasta 60 días después de que termine este periodo de emergencia. Además, para poder acogerse a este beneficio, los arrendatarios deben pagar por lo menos el 20% del arriendo.
Al llamar algunos de los números de contacto de los establecimientos de arriendo, nos manifestaron que los dueños de los negocios decidieron desocupar los locales porque sus ventas se fueron al suelo y no estaban seguros de que vuelvan a los niveles de febrero o de antes de febrero.
Ninguno de los entrevistados afirmó haber presionado a los comerciantes a desocupar el local, incluso afirmaron que hasta negociaron rebajar el canon de arriendo para que sus inmuebles no sean desocupados.
En cambio al conversar con los dueños de los negocios, nos manifestaron que se vieron obligados a desocupar porque los arrendadores se mostraron intransigentes, primero al no esperar para pagarles el arriendo atrasado y también al no querer negociar el precio de arrendamiento de los establecimientos por lo menos hasta que las ventas se restablezcan. Muchos de los que desocuparon, pagaron los meses de arriendo atrasados con el depósito en garantía que hicieron cuando arrendaron por primera vez el local.
Además, muchos comerciantes impulsaron las ventas en línea durante la pandemia, y aseguran que a pesar de que no se vende tanto como en los locales, el fuerte gasto que se iba en arriendos hace que hoy la ganancia sea igual o mayor que cuando tenían el local abierto, por lo que tomaron la decisión de devolver los locales que alquilaban.
Atrás quedaron los días donde apenas aparecía un local por arrendarse y enseguida ya tenía arrendador, incluso a precios de alquiler exhorbitantes, ahora, de seguro los precios de arrendamiento bajarán ostensiblemente debido a la grave crisis económica que atraviesa nuestra ciudad y el país.
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