Ante la duda de si el número de fallecidos que reportan las autoridades de salud conciden con el número de cuerpos cremados en los 2 sitios del centro del país que realizan este tipo de servicios, nos comunicamos con el administrador de una de las funerarias que realizan cremaciones en nuestra ciudad.
A pesar de que no se está dando ninguna información como para alarmar a la ciudadanía, el entrevistado nos pidió guardar su identidad y así lo vamos a hacer.
«En nuestro crematorio, incinerar un cadáver dura entre 4 a 5 horas, debido a que debemos preparar el cuerpo y que las máquinas tengan el descanso necesario. Nuestras labores inician a las 7 de la mañana hasta las 17:00. Es decir realizamos máximo 2 cremaciones diarias.
Hasta ahora no hemos realizado cremaciones de otras provincias, desde la Gobernación nos llamaron para incinerar el cuerpo que venía de Durán, pero finalmente decidieron inhumarlo, que también está estipulado que se puede realizar para casos sospechosos de COVID-19.
En Guayaquil, creemos que el gobierno se adelantó en declarar que iba asumir el costo de la cremación o del entierro para los casos de coronavirus, de esa manera, muchos familiares de fallecidos exigían y esperaban que el estado asuma el entierro del cuerpo así no hayan fallecido de COVID-19, el resultado, los cuerpos en las casas por 2 o 3 días esperando que el estado los retire.
En nuestra funeraria, hemos realizado pocas cremaciones de casos sospechosos de coronavirus (no nos puede decir la cantidad exacta), pero hemos realizado más cremaciones de personas que han fallecido de muerte natural o de una causas diferentes al COVID-19 y ante la imposibilidad de realizar velaciones de los muertos, los familiares deciden cremar los cuerpos, guardarlos, y cuando ya todo termine realizar el entierro según sea la costumbre de acuerdo a su religión.»
En cuanto al precio que cuesta el cremar a un fallecido, nos manifestó que es un precio variable, el mínimo es $700, pero se incrementa de acuerdo al número de empleados que hace falta para realizar el tratamiento del cadáver.
«Para finalizar, pedimos a la ciudadanía no caer en algún tipo de alarma, para seguridad nuestra, cuando nos llaman a retirar algún fallecido, vamos con nuestros trajes de bioseguridad respectivo, pues algunos familiares pueden mentir ya sea por vergüenza o por temor a que se encarezca los servicios y decir que el fallecido murió por alguna otra causa y nosotros, para evitar algún tipo de sorpresa, acudimos a retirar los cuerpos de los fallecidos equipados con nuestros trajes de protección. Pedimos a la ciudadanía no asustarse ni empezar a fastidiar a los deudos de los fallecidos, pues nosotros vamos equipados de esta manera así la causa del deceso sea diferente al coronavirus.»
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